8 cosas que te dijeron sobre la salud… y que resultaron ser falsas
Lo que realmente necesitas saber sobre la salud (pero nadie explica bien)
La mayoría de las empresas tienen un solo objetivo en mente:
El dinero.
Y en su afán por maximizarlo, han torcido la verdad a su conveniencia:
En los años 40 y 50, las tabacaleras reclutaban doctores como "influencers", promoviendo cigarrillos como remedios para la digestión y el estrés.
En los 60s, la industria azucarera pagó $50,000 (ajustados a la inflación) a tres profesores de Harvard para publicar estudios que culpaban a las grasas —no al azúcar— por las enfermedades cardíacas.
Y en la década de 2020, intereses corporativos distorsionaron una y otra vez la información sobre la vacuna de Covid-19.
Estas campañas, como muchas otras, no solo han moldeado el pensamiento colectivo, sino que han tenido consecuencias reales en la salud de millones de personas.
Y es que la desinformación en salud es particularmente dañina porque no solo afecta nuestra calidad de vida, sino que la acorta drásticamente.
Por eso, hoy quiero exponer 8 mitos de salud que aún persisten en nuestra sociedad.
1. El mito de los 8 vasos de agua al día
Esta recomendación surgió de una mala interpretación de un estudio de 1933, que indicaba que el cuerpo necesita 2.5 litros de agua diarios.
Sin embargo, el estudio aclaraba que parte de esta agua proviene de los alimentos y otras bebidas, un detalle que se perdió en la difusión popular.
Y es que la realidad es más compleja: beber demasiada agua puede diluir los electrolitos de tu cuerpo, afectando su equilibrio.
¿Por qué?
La hidratación efectiva requiere una proporción específica de sodio y glucosa (2:1) para activar los transportadores que permiten la absorción de agua en el intestino.
Fórmula ideal de hidratación:
1/2 - 1 cucharadita de sal marina céltica
1/2 limón exprimido
1 cucharada de miel
Esta combinación no solo hidrata mejor que el agua sola, sino que también mantiene el equilibrio electrolítico que tu cuerpo necesita.
2. No, el desayuno no es la comida más importante del día
Este mito nació en 1944, cuando General Foods lanzó una campaña publicitaria para vender más cereal.
Hoy, los estudios muestran que el ayuno intermitente tiene beneficios increíbles:
Mejora la sensibilidad a la insulina
Aumenta la quema de grasa
Promueve la autofagia celular
La clave está en una ventana de alimentación de 8 horas y un ayuno de 16 horas.
3. La dieta perfecta no existe
Durante años, nos han hecho creer que hay una dieta 'perfecta' que todos deberíamos seguir, ya sea la keto, vegana, paleo o mediterránea.
Pero la realidad es que lo que le funciona a una persona puede ser contraproducente para otra.
¿Por qué? La respuesta de tu cuerpo a los alimentos depende de:
Tu microbioma único (100 trillones de bacterias)
Tu genética y metabolismo
Tus niveles hormonales
Tu estilo de vida y nivel de actividad
Por ejemplo, los japoneses tienden a tener más copias del gen AMY1, lo que les permite descomponer mejor los almidones y aprovechar dietas altas en carbohidratos.
No hay reglas universales. La clave está en encontrar lo que funciona para TU cuerpo.
4. La verdad sobre el colesterol
El colesterol es esencial para:
Construir membranas celulares
Producir hormonas (estrógeno y testosterona)
Apoyar la función cerebral y la comunicación neuronal
El verdadero problema no es el colesterol, sino la disfunción metabólica causada por el exceso de glucosa.
Cuando el azúcar en sangre supera los 100mg/dL, activa la lipogénesis de novo en el hígado, convirtiendo el exceso de glucosa en triglicéridos.
Este proceso:
Aumenta la inflamación
Oxida las partículas LDL (el llamado "colesterol malo")
Impulsa la resistencia a la insulina
5. "Plant-based" no siempre es saludable
Una dieta basada en plantas puede causar:
Deficiencia de vitamina B12
Falta de ácidos grasos omega-3
Niveles bajos de calcio, zinc, hierro y vitamina D
Problemas digestivos
Y las alternativas de carne como Beyond Meat son cócteles de químicos ultraprocesados.
6. La verdad sobre la grasa y el aumento de peso
Lejos de ser el enemigo, la grasa es esencial para tu cuerpo:
Las membranas de tus células están hechas de grasa
Tu cerebro es 60% grasa
Tus hormonas dependen de la grasa para su producción y equilibrio
El problema no es la grasa en sí, sino el tipo de grasa que consumes. Un aguacate y un aceite de semilla de uva no son lo mismo.
Las grasas que realmente dañan tu salud y contribuyen al aumento de peso son los aceites vegetales procesados, como los de soya, canola, maíz y girasol.
¿Por qué?
Son altamente procesados
Contienen exceso de omega-6, lo que genera inflamación
Se oxidan fácilmente, dañando las células
En su lugar, prioriza grasas naturales: aguacate, aceite de oliva y mantequilla de pastoreo.
7. ¿Son realmente malos los carbohidratos?
Tu cuerpo NECESITA carbohidratos:
Tu cerebro requiere 120g de glucosa al día
Tus músculos almacenan 300-700g de glucógeno
Tu hígado guarda 80-160g
No luches contra tu biología. El problema no son los carbohidratos, sino el tipo de carbohidratos que consumes.
Prioriza opciones naturales y sin procesar, como papas, arroz y frutas.
8. ¿Crees que más ejercicio es mejor? No tan rápido
Más no siempre es mejor.
El ejercicio intenso diario:
Eleva el cortisol (hormona del estrés)
Causa inflamación crónica
Debilita tu sistema inmune
Daña articulaciones
Reduce la recuperación muscular
Agota tu sistema nervioso
Alterna entre días de entrenamiento y recuperación. Tu cuerpo se fortalece cuando descansa, no cuando entrenas.
Reflexión final
Tu cuerpo no necesita dietas complejas ni productos milagrosos.
Solo necesita lo básico:
Comida real.
Movimiento natural.
Descanso.
Eso es todo por esta semana.
Un abrazo,
Santiago