Nos han dicho toda la vida que tomar 8 vasos de agua al día es ideal…
Pero la ciencia dice otra cosa.
Cuando tomas solo agua pura en grandes cantidades, lo que haces es diluir tus electrolitos y, paradójicamente, saboteas tus niveles de energía.
La hidratación efectiva es más compleja que simplemente "tomar 8 vasos de agua".
No se trata solo de la cantidad, sino de la composición del agua y de cómo tu cuerpo la absorbe a nivel celular.
Por eso, hoy queremos compartir contigo información basada en ciencia sobre cómo hidratarte correctamente para optimizar tu energía, concentración y bienestar general.
Prepárate para descubrir estrategias que realmente funcionan.
Si disfrutas nuestros correos o encuentras valor en nuestro newsletter, nos ayudaría mucho que lo compartieras con tus amigos y familia.
Entonces, ¿qué necesita tu cuerpo para hidratarse bien?
Una combinación simple:
Sodio + Glucosa en una proporción aproximada de 2:1.
Esta mezcla activa los transportadores sodio-glucosa tipo 1 (SGLT1) en el intestino delgado, que permiten la absorción conjunta de ambos elementos.
Durante este proceso, también se arrastran moléculas de agua hacia el interior del cuerpo, lo que facilita una hidratación más eficiente a nivel celular.
Sin esa “llave”, el agua que tomás simplemente pasa… y se va.
Es decir, tu cuerpo no la absorbe correctamente y no puede utilizarla en funciones vitales como la regulación de la temperatura, el funcionamiento de las células o el transporte de nutrientes en la sangre.
¿Cómo saber si estás deshidratado?
Contrario a lo que muchos creen, la sed no es siempre el primer indicador de deshidratación.
Tu cuerpo te envía otras señales que a menudo son malinterpretadas:
Fatiga persistente
Dolores de cabeza
Orina de color oscuro
Calambres musculares
Sequedad en boca y piel
Dificultad para concentrarse
Irritabilidad y cambios de humor
Incluso una deshidratación leve (apenas 1-2% de pérdida de agua corporal) puede desencadenar estos síntomas.
Lo que muchos diagnostican como estrés, cansancio crónico o falta de vitaminas podría resolverse simplemente mejorando la calidad de tu hidratación.
¿Cómo hidratarte de forma inteligente?
No necesitas comprar bebidas deportivas llenas de azúcar y colorantes artificiales.
Aquí te dejamos 4 opciones muy simples y efectivas:
1. Agua con miel y sal (excelente antes de entrenar):
500 - 750ml de agua
1 cucharada de miel
Una pizca generosa de sal rosada del Himalaya
La miel aporta glucosa que junto al sodio de la sal rosada, crea el entorno ideal para una hidratación celular efectiva.
Además, esta combinación te da un pequeño impulso energético natural antes del ejercicio.
2. Agua con sal y limón (ideal al despertar):
500 - 750ml de agua
Jugo de medio limón
Una pizca de sal marina
El limón contiene minerales como potasio, calcio y magnesio, mientras que la sal marina aporta sodio.
Es ideal para tomar como complemento a una comida que ya contenga carbohidratos.
3. Agua de coco natural:
El agua de coco es naturalmente rica en glucosa, sodio, potasio y magnesio.
Su composición es muy parecida a la de una solución intravenosa ligera.
4. Pepinillos en vinagre + frutas secas como albaricoques o pasas
Una mezcla popular en países nórdicos, sobre todo después de saunas o ejercicio intenso.
Los pepinillos aportan sodio y vinagre, que ayuda a retener líquidos.
Las frutas secas, por su parte, son una fuente natural de glucosa y potasio.
Combinadas, favorecen tanto la absorción de agua como el equilibrio electrolítico.
¿Cuándo implementar estas opciones?
Utiliza estas opciones al despertar, antes de hacer ejercicio o cuando pases muchas horas sin hidratarte.
Lo importante es recordar que el agua por sí sola no es suficiente: necesitas la combinación de electrolitos y una pequeña fuente de glucosa para una hidratación realmente efectiva.
Reflexión final
La próxima vez que sientas que te falta energía, piensa si es realmente fatiga… o solo deshidratación.
Eso es todo por esta semana.
Un abrazo,
Equipo Despertar