Tomas café, pero… ¿lo estás haciendo bien?
Una guía para tomar café de forma más inteligente y saludable.
En el mundo se consumen más de 2.25 billones de tazas de café al día.
Para muchas personas, es lo primero que toman al despertar…
Y lo último que los mantiene funcionando en la tarde.
Lo usamos para enfocarnos y rendir mejor en lo que sea que tengamos que hacer.
Pero también puede generar ansiedad, afectar el sueño y alterar tus hormonas.
Y gran parte de esto no depende solo del café en sí, sino de cómo lo tomas y el tipo de café que estás consumiendo.
En esta breve guía te compartimos 5 cosas que deberías saber para tomar café de forma más inteligente y saludable.
1. ¿A qué hora debo tomarlo?
Tomar café justo al despertar no es buena idea.
¿Por qué?
Porque al despertar, tu cuerpo produce un pico natural de cortisol, la hormona del ‘estado de alerta’.
Si agregas cafeína encima, no solo estás reduciendo su eficacia, sino que puedes alterar tu ritmo circadiano y generar más dependencia a largo plazo.
Pero lo más importante tiene que ver con una molécula llamada adenosina.
Durante el día, la adenosina se acumula en tu cerebro y genera la sensación de cansancio.
La cafeína no te da energía. Lo que hace es bloquear temporalmente los receptores de adenosina, haciéndote sentir más despierto.
Si tomas café demasiado temprano, cuando aún no hay suficiente adenosina acumulada, estás desperdiciando su verdadero efecto.
Lo ideal:
→ Espera entre 60 y 90 minutos después de despertar para tu primera taza.
→ Evita tomarlo después de las 2 o 3 de la tarde, ya que su efecto puede durar entre 6 y 8 horas y afectar la calidad de tu sueño.
2. ¿Es malo tomar café en ayunas?
La cafeína estimula la producción de ácido en el estómago. Y sin comida, este ácido puede irritar el revestimiento gástrico o provocar molestias digestivas.
Además, cuando tomas café con el estómago vacío, la cafeína se absorbe más rápido, lo que puede intensificar efectos como el nerviosismo y la ansiedad.
Entonces, ¿qué hacer?
→ Si te sientes bien tomando café en ayunas, no hay problema. Tu cuerpo lo tolera bien y no tienes una respuesta exagerada al cortisol ni sensibilidad digestiva.
→ Pero si te genera malestar, ansiedad o te sientes más irritable, prueba tomarlo después de un desayuno ligero o con algo de grasa (como aceite de coco o MCT oil).
3. ¿Cuánto café es demasiado?
El límite recomendado para adultos sanos es de 400 mg de cafeína al día, lo que equivale aproximadamente a 2 o 3 tazas de café filtrado o 1 a 2 espressos dobles.
Pasarte de ese límite puede causar:
Insomnio
Ansiedad o irritabilidad
Aumento del ritmo cardíaco
Tolerancia (cada vez necesitas más para sentir lo mismo)
Sobrecarga del sistema nervioso y de las glándulas adrenales
Además, el exceso de cafeína puede agotar tus niveles de energía a largo plazo, porque bloquea las señales de fatiga sin resolver la causa real del cansancio.
Entonces, ¿cuánto es lo ideal?
→ 1 a 2 tazas al día está dentro de un rango seguro.
→ Si necesitas más que eso para funcionar… probablemente lo que necesitas no es más café, sino más descanso.
4. ¿Qué tipo de café deberías tomar?
Lo primero: no le agregues azúcar a tu café.
Si ya estás acostumbrado, empieza reduciendo poco a poco hasta que tu paladar se adapte al sabor real del café.
Segundo: opta por un café orgánico y de buena calidad.
Muchos granos convencionales están expuestos a pesticidas, moho (micotoxinas) y otros contaminantes.
Tercero: fíjate en cómo preparas tu café… y en dónde lo tomas.
Evita usar cafeteras o filtros que tengan piezas de plástico, especialmente cuando el agua caliente está en contacto directo.
Lo mismo con los vasos para llevar. Aunque parecen de cartón, por dentro tienen una capa de plástico que, con el calor, sueltan microplasticos o químicos innecesarios.
Entonces, ¿cuál es una buena opción?
→ Una prensa francesa, una cafetera italiana (moka) o un método de filtrado como V60 o Chemex, usando materiales como acero inoxidable, vidrio o cerámica.
5. ¿Quién no debería tomar café?
Aunque el café tiene muchos beneficios, no es para todos.
En algunas personas, puede hacer más daño que bien.
Deberías evitarlo (o reducirlo mucho) si:
Sufres de ansiedad o ataques de pánico
Tienes problemas para dormir o sueño liviano
Padeces gastritis, reflujo u otras molestias digestivas
Estás pasando por un período de estrés crónico o agotamiento
Tienes el sistema nervioso alterado y el café te deja más acelerado que enfocado
En esos casos, lo mejor no es tomar más café…
Sino darle a tu cuerpo lo que realmente necesita: descanso, buena alimentación, menos estímulos y más presencia.
Reflexión final
El café es mucho más que una bebida: es un ritual, un momento de pausa y, para muchos, un compañero inseparable en el día a día.
Pero como todo lo que consumimos, su impacto depende de cómo lo integremos a nuestra vida.
La clave está en el equilibrio. Espera el momento adecuado para tomarlo, elige un café de calidad, escucha a tu cuerpo y, sobre todo, no lo uses como sustituto del descanso.
Eso es todo por esta semana.
Gracias por estar aquí.
Con cariño,
Equipo Despertar
Muy buenos consejos
Muy cierto contiene datos correctos