Microplásticos - 10 estrategias para proteger tu salud
Están en el aire, el agua, la comida y dentro de nosotros. Pero hay formas de minimizar su impacto en nuestra salud.
Cuando un grupo de científicos añadió microplásticos al agua de unos ratones, no esperaba encontrar nada significativo.
Pero en solo tres semanas, estas diminutas partículas habían atravesado la barrera hematoencefálica y se habían acumulado en sus cerebros (Gaspar et al., 2023).
Y aún más preocupante:
Los ratones comenzaron a mostrar signos de deterioro cognitivo, similares a los observados en enfermedades neurodegenerativas como la demencia.
Este estudio se suma a una creciente cantidad de evidencia científica que apunta a un problema alarmante:
Los microplásticos están en todas partes.
En el aire y el polvo.
En los océanos y ríos.
En los suelos agrícolas y en el agua subterránea.
Pero también dentro de nosotros.
Se han encontrado en la sangre, el sistema digestivo y órganos como el corazón, los pulmones y el cerebro (Roslan et al., 2024).
Incluso en el semen y los órganos reproductivos femeninos.
Y es que se estima que ingerimos el equivalente a 50 bolsas de plástico al año (Bai et al., 2022) o una tarjeta de crédito por semana (Gruber et al., 2022).
Y aunque algunos estudios sugieren cifras menores, no hay duda de que estamos consumiendo grandes cantidades de plástico.
Ahora, en redes sociales y en internet, todos los "gurús" de salud nos dicen lo mismo:
"Los microplásticos son muy malos para la salud."
Tienen razón.
“Estudios han demostrado que los microplásticos contienen químicos como BPA, ftalatos y PFAS, capaces de imitar las hormonas humanas que regulan funciones como la reproducción, el crecimiento y el metabolismo.
La exposición a estas toxinas ha sido vinculada a un mayor riesgo de infertilidad, alteraciones en el desarrollo fetal e incluso cáncer” (López-González, 2024, párr. 5).
Entonces, estamos de acuerdo... los microplásticos son terribles para nuestra salud.
Pero, ¿qué podemos hacer al respecto?
Eso es en lo que me voy a enfocar hoy.
10 estrategias para reducir tu consumo de microplásticos
1. Elimina el plástico oculto en tu hogar
Parece obvio, hasta que te das cuenta de cuánto plástico usas sin pensarlo.
Haz un inventario de los plásticos en tu casa:
¿Usas esponjas sintéticas para lavar platos?
¿Almacenas comida en recipientes plásticos?
¿Tienes tablas de cortar de plástico en la cocina?
Cuanto más plástico haya en tu entorno, más microplásticos terminarán en tu cuerpo.
Deshazte de lo que puedas y reemplázalo con alternativas más seguras:
Tablas de cortar de madera.
Esponjas de lufa o fibras vegetales.
Recipientes de vidrio para almacenar alimentos.
2. Deshazte de ropa con materiales sintéticos
La mayoría de la ropa deportiva está hecha con poliéster, nylon y elastano, materiales sintéticos que liberan microplásticos con cada lavado y uso.
Estos microplásticos son absorbidos por la piel, especialmente cuando sudamos y los poros se abren.
Lo más importante es evitar la ropa interior con fibras sintéticas, ya que está en contacto directo con zonas sensibles donde la piel es más delgada, facilitando la absorción de sustancias químicas.
Elige alternativas de algodón, hemp, lana u otras fibras naturales.
3. No calientes comida ni agua en plástico
Calentar alimentos en recipientes de plástico es una de las formas más rápidas de contaminar tu comida con sustancias químicas.
Compuestos como el bisfenol A (BPA), ftalatos y dioxinas se liberan con el calor, alterando el sistema hormonal y aumentando el riesgo de enfermedades crónicas.
Evita completamente:
Guardar alimentos calientes en envases de plástico.
Hervir agua en hervidores con componentes plásticos.
Calentar comida en recipientes plásticos en el microondas.
Usar utensilios plásticos para cocinar o servir comida caliente.
Reutilizar botellas de agua de plástico (especialmente si han estado expuestas al sol o al calor).
En su lugar, elige recipientes de vidrio, cerámica o acero inoxidable para calentar y almacenar alimentos.
4. Limpia con frecuencia tu hogar
El polvo en casa contiene microplásticos que inhalamos sin darnos cuenta.
Estas diminutas partículas viajan desde los pulmones al torrente sanguíneo y, desde ahí, llegan a distintos órganos, incluido el cerebro.
Para reducir esta exposición:
Limpia al menos dos veces por semana.
Ventila tu casa a diario, incluso en invierno.
Usa una aspiradora en lugar de una escoba.
Cambia los filtros del aire acondicionado y la calefacción con regularidad.
Opta por paños húmedos en lugar de plumeros, que solo dispersan el polvo.
5. Reduce el consumo de alimentos procesados
Los alimentos procesados contienen concentraciones de microplásticos significativamente más altas que los alimentos frescos.
Esto se debe a que pasan por múltiples etapas de procesamiento en máquinas con componentes plásticos, se envasan en plástico, se calientan dentro de ese envase y permanecen almacenados durante meses antes de llegar a tu mesa.
Para minimizar esta exposición:
Prioriza alimentos frescos y sin procesar.
Cocina en casa usando ingredientes enteros.
Evita productos envasados en múltiples capas de plástico.
6. Cuida la calidad del agua que consumes
El agua del grifo es una fuente de microplásticos que consumimos a diario.
Y peor aún es el agua embotellada en plástico.
Para reducir tu exposición:
Usa siempre una botella de acero inoxidable o vidrio que puedas rellenar.
Filtra el agua del grifo, pero elige bien el filtro. No todos son iguales y algunos incluso pueden añadir más microplásticos.
Si te gustaría que enviemos un correo con los mejores filtros de agua del mercado, déjanos saber.
7. Evita cosméticos con microplásticos
Un estudio que analizó más de 7,000 productos de las cuatro principales marcas cosméticas en Europa encontró que 9 de cada 10 contenían microplásticos.
Estos microplásticos, conocidos como microesferas y polímeros sintéticos, están presentes en:
Pastas de dientes.
Exfoliantes y cremas faciales.
Champús y acondicionadores.
Cremas corporales y bloqueadores solares.
Maquillaje (bases, labiales y máscaras de pestañas).
Cuando usas estos productos, los microplásticos penetran la piel y entran en el torrente sanguíneo.
Alternativas más seguras:
Opta por marcas ecológicas.
Elige exfoliantes naturales con azúcar, café o arcilla.
Usa productos con ingredientes naturales y sin polímeros sintéticos.
Revisa las etiquetas y evita ingredientes como polyethylene (PE), polypropylene (PP) y acrylates copolymer.
8. Prioriza alimentos orgánicos
Las frutas y verduras cultivadas con pesticidas y fertilizantes pueden contener más partículas plásticas debido a los métodos de cultivo industrial y los sistemas de riego.
Además, los animales de granja en sistemas industriales acumulan microplásticos a través de su alimentación y entorno.
Cómo reducir la exposición:
Prioriza alimentos orgánicos.
Lava bien las frutas y verduras para eliminar posibles partículas adheridas.
Opta por frutas y verduras de productores locales para evitar empaques plásticos.
Elige productos de animales criados en libertad o alimentados con pasto natural (carne, huevos, lácteos).
9. Sé selectivo con los mariscos
Los microplásticos se acumulan en el sistema digestivo de los animales marinos, lo que significa que algunos mariscos pueden contener mayores concentraciones de estas partículas.
Los más contaminados:
Moluscos y mariscos filtradores como mejillones, ostras y almejas.
Peces grandes como el atún y el pez espada, que están al final de la cadena alimenticia y acumulan más toxinas.
Los microplásticos actúan como esponjas, absorbiendo sustancias tóxicas como DDT, PCBs y mercurio.
10. Reduce el uso de utensilios y envolturas de plástico
Muchas herramientas de cocina, como cucharones, espátulas y envolturas plásticas, liberan microplásticos cuando entran en contacto con alimentos calientes o ácidos.
Alternativas más seguras:
Usa utensilios de madera, bambú o acero inoxidable.
Opta por filtros de café de acero inoxidable o tela en lugar de los de plástico.
Usa pajillas (popotes) de acero inoxidable, vidrio o bambú en lugar de las de plástico.
Reemplaza cucharas y espátulas de plástico por opciones de madera, bambú o acero inoxidable.
Prefiere cafeteras de prensa francesa o espresso de acero inoxidable en lugar de las que usan cápsulas plásticas.
Elige ollas y sartenes de acero inoxidable, hierro fundido o cerámica en lugar de las antiadherentes con recubrimiento plástico (como el teflón).
Reflexión final
Después de leer estas 10 estrategias, es normal sentirse un poco abrumado.
La presencia de microplásticos parece inevitable en el mundo moderno.
Pero no te desanimes.
No se trata de eliminarlos por completo de tu vida (algo prácticamente imposible), sino de reducir tu exposición a ellos.
Empieza con lo más sencillo:
Cambia tu ropa de ejercicio de poliéster a algodón.
Reemplaza una botella de plástico por una de acero.
Sustituye un utensilio de cocina de plástico por uno de madera.
Con el tiempo, estos pequeños cambios se convertirán en hábitos que no solo protegerán tu salud, sino también el planeta.
Y recuerda: no se trata de vivir con miedo, sino de recuperar el control sobre lo que entra en tu cuerpo.
Al final del día, la salud es nuestra mayor riqueza, y protegerla empieza con las elecciones que hacemos hoy.
Eso es todo por esta semana,
Santiago
Referencias:
Bai et al. (2022). Microplastics: A review of analytical methods, occurrence and characteristics in food, and potential toxicities to biota. Science of The Total Environment, 806(1), 150263. DOI: 10.1016/j.scitotenv.2021.150263.
Gaspar et al. (2024). Acute exposure to microplastics induced changes in behavior and inflammation in young and old mice. International Journal of Molecular Sciences, 24(15), 12308. DOI: 10.3390/ijms241512308.
Gruber, E.S. et al. (2023). To waste or not to waste: Questioning potential health risks of micro- and nanoplastics with a focus on their ingestion and potential carcinogenicity. Exposure and Health, 15, pp. 33–51. DOI: 10.1007/s12403-022-00559-1.
López-González, L. (2024). I'm a microplastics researcher. Here's how to limit their dangers. University of California San Francisco (UCSF) News, 27 February. Available at: https://www.ucsf.edu/news/2024/02/427161/how-to-limit-microplastics-dangers [Accessed 25 Feb. 2025].
Roslan et al. (2024). Detection of microplastics in human tissues and organs: A scoping review. Journal of Global Health, 14, 04179. DOI: 10.7189/jogh.14.04179.
Si quiero que me envíen datos de filtros de agua. Gracias!
Excelente que citen toda fuente de información, sea científica o de elaboración propia, saludable para uno mismo y saludable para toda la humanidad de todos los tiempos.